Una aplicación para puntuar a los camareros en el restaurante

La acaba de lanzar la dinámica cadena Wogaboo y es un ejemplo de por dónde van a ir las cosas en este sector nuestro de la restauración. Señores: las valoraciones, las opiniones de los clientes, lo son todo. Su establecimiento no puede evitar los juicios de los clientes en Internet y en redes sociales (así que mucho cuidado con lo que ofrece), pero sí puede utilizarlos a su favor y seguir mejorando. ¿Miedo a las nuevas tecnologías? Mejor aliarse con ellas, sí señor.

Los restaurantes se mueven: iniciativas para espolear las ventas

Chups de pollo Woba, un plato de Wogaboo

Continuamente hablo con hosteleros y en muchos de ellos veo desánimo, lo que no es de extrañar viendo la desastrosa situación económica. Suben los costes (todos), disminuye el gasto fuera del hogar, se ven locales vacíos… Pero ¿por qué otros están llenos? ¿Tienen acaso la varita mágica? Una cosa está clara: nunca hay que dejar de intentarlo: de escuchar al cliente, de saber qué pide, de ajustarse a sus demandas… y ojo: de ver cómo lo hace la competencia triunfadora, que la hay.  En este post os muestro algunas cosas que hacen otros, y que se basan en conceptos simples: promociones imbatibles y solidarias, platos atractivos, lujo asequible, productos castizos… y niños y mujeres, primero.

Lo que el consumidor quiere: tapas y raciones a precios ajustados en el nuevo MAD*28001 de Wogaboo

Comer a muy buen precio en un entorno agradable, moderno y divertido. En definitiva: un espacio de picoteo sin que el bolsillo se resienta. Y si se le añaden copas y música, mejor que mejor. Esto es lo que el público demanda hoy en día, y los hermanos Borja y Alfonso Domínguez, creadores de exitosos conceptos como The Wok o Wogaboo, lo han entendido muy bien. Así que no han dudado en remodelar el antiguo restaurante Wogaboo de la calle Ayala de Madrid y ¡alehop! lo han transformado en el recién llegado MAD*28001.

Rompedor interiorismo de Luis Galliussi...