Las
nuevas cocinas de los grandes chefs reivindican su espacio en el restaurante.
Atrás quedan esos búnkeres cerrados y vetados a los comensales; ahora son
espacios abiertos a la sala, que ocupan una posición central privilegiada y que
invitan a ver y a interactuar. Incluso las cocinas que no son vistas se
renuevan con equipos de alta gama y una estética muy cuidada que invita a la
visita. Todas, sin embargo, tienen algo en común: buscan la eficiencia y la
comodidad en el trabajo, y en su diseño los chefs han tenido mucho que decir.